Damas y caballeros y niños de todas las edades: bienvenidos al mayor espectáculo del mundo. Esta es una de las frases que más se repiten a lo largo de los 122 minutos de la cinta de Francis Lawrence, responsable de Constantine o Soy Leyenda, ambas, películas que tuvieron notable repercusión en taquilla y crítica. Esta vez, Lawrence no persigue demonios híbridos ni a los supervivientes del globo terráqueo, infectados por un virus que los convierte en algo peor que zombis, sino que se enfrenta a algo mucho más realista: la supervivencia (y nunca mejor dicho) de los artistas y peones circenses en un circo que sobrevive a base de carne podrida y otras calamidades en plena depresión de los años 30.Agua para Elefantes está basada en el libro homónimo de Sara Gruen, best seller que se instaló durante doce semanas consecutivas en el número uno de las listas de los más vendidos de EEUU, donde la autora recopila en una historia de narrativa envolvente con todos los ingredientes para ser inolvidable, una serie de acontecimientos reales que quedaron escritos en las crónicas circenses de Estados Unidos. Aquellos hechos que de una manera u otra, Gruen representa en su libro (si bien no exactamente iguales a como acontecieron), aparecen retratados en la película con un mensaje que globaliza imponiéndose por encima de cualquier otra caracteristica de la película: la denuncia contra el maltrato que sufren los animales explotados en el circo. Richard LaGravanese, encargado de adaptar la novela de Gruen al guión final de la película, ha mantenido el espíritu de denuncia en las escenas más memorables de Agua para Elefantes, y también las más emotivas, aunque ha perdido algunos otros aspectos del libro que se han quedado simplemente ahí, en el libro
ADVERTENCIA: Si vas a seguir leyendo, ten en cuenta que contiene spoilers
El guión adaptado del montaje final ha obviado a personajes principales de la historia. El Tío Al, responsable del desastre circense de los hermanos Benzini, ha sido totalmente guillotinado de la historia, y sustituido por August, el domador de caballos. Entendemos que para agilizar la historia, hayan sustituido a un personaje importante pero secundario, para darle mayor protagonismo al malo malísimo, pero eso es algo que no satisface a los lectores. Por otra parte, y eso me descontentó más que el cambio de Al y August, es la ausencia total de la segunda vida de Jacob Jancownski, y en la que transcurre el libro en su totalidad. En la película, que arranca con el nonagenario Jacob esperando a comprar una entrada, la historia se cuenta en la caravana del circo que extiende su carpa delante de la residencia en la que vive. En el libro, la historia de su juventud se va mezclando poco a poco con su vida en la residencia. En esta parte del libro están las escenas más dramáticas. Sus lagunas de memoria, sus recuerdos, la ausencia de sus hijos, la soledad en la residencia de ancianos... Entiendo que han querido "explotar" al máximo al Jacob joven, pero creo que no deberían de haber barrido por completo al Jacob anciano.
Por otra parte, también han cambiado el suceso con SilverStar. Jacob no es tan decidido y valiente en el libro, simplemente sacrifica al animal cuando se lo piden. Otro cambio importante, es el final. El libro mantiene desde el principio la intriga con respecto al asesinato de August (todo indica que ha sido Marlena), y al final se desvela que ha sido Rosie. Tampoco actua por una orden de Jacob, ni por salvar la vida de Marlena, simplemente actua porqué está asustada, y ha sido maltratada.
La película tiene un tono más dramático que el libro, que es más jovial, fresco y divertido. Ha obviado a personajes que tienen mayor importancia y peso en la novela (Walter, por ejemplo) para no restar importancia a la pareja protagonista, que es lo más flojo de toda la película.
No es que no vea química entre Pattinson y Whisterspoon, porque si la tienen. Lo que ocurre es que los guionistas no han sabido sacarle partido a esa historia de amor. Encuentro el romance bastante soso y con poca pasión. No se manifiesta ese amor que hay para que la gente arriesgue tanto. En cambio, hay un derroche de amor total y absoluto, otro tipo de amor, el amor por la naturaleza, por los animales, ese amor puro y sincero sin intereses superficiales que despiertan los animales a algunas personas amantes de la naturaleza. Ese espíritu del veterinario lleno de vocación que profesa un amor desmedido por las bestias está presente en cada fotograma de la película (desde la preciosa escena en la que Jacob se introduce en la carpa de las fieras nada más montarse el circo hasta su preocupación y dedicación curando a Rosie herida en el vagón). Ese amor se nota en el vetrinario y en la artista que se tapa los oídos para no oir como maltratan hasta la extenuación a una elefanta testaruda cuyo unico delito es no entender inglés.
Rosie, una preciosa elefanta interpretada por Tai, de 42 añitos y cuatro toneladas, que ultimamente está dando mucho que hablar respecto a los supuestos maltratos que recibió hace seis años, es sin duda, lo mejor de la película. El punto más dramático, el más emotivo, el más puro, es el de Rosie. Parece mentira, pero en realidad, entre Pattinson y Tai, si que hay química interpretativa, una conexión total a través de miradas, sonrisas, caricias, y gestos que no precisan de palabras.
Respecto a los actores, hay mucho que escribir, pero empezaré con Pattinson, no solo porque este blog es suyo, sino `porqué es el protagonista de la historia. Mucho se ha hablado acerca del dudoso talento del vampiro de Crepúsculo, ídolo adolescente sacado a la palestra por su papel de víctima en Harry Potter y el Cáliz de Fuego que remató su ascenso al olimpo de las carpeteras de todo el mundo cuando se atrevíó a interpretar al idolatrado protagonista inmortal de las novelas de Stephenie Meyer, edward Cullen. Si bien al principio nadie estaba de acuerdo en que este joven desgarbado con cara de gárgola (así decía el mail que le mandaron acérrimas seguidoras del libro de Meyer a la madre del actor, Clare Pattinson) interpretara al dios Cullen, una serie de estrategicos rumores, y un carisma del que se ha hablado mucho en la genración teen, catapultaron a Robert Pattinson a la cima del exito mundial, pasando a ser Pattinson, Robert Pattinson, más conocido como Cullen, Edward Cullen, o el chico de Crepúsculo. Interpretar a un personaje de esas caracteristicas tiene sus pros y sus contras, de los que hablo mucho en el blog Proyecto Fan, pero si bien el mayor pro es el exito mundial, el mayor contra es el estigma del encasillamiento y la obcecación de algunos supuestos entendidos en la materia que consideran a los ídolos fugaces de ciertas franquicias personajes sin talento que solo disponen de una cara bonita que aparecerá durante un periodo de tiempo mas o menos breve en las portadas de todas las revistas y forrando todas las carpetas. Es el síndrome del ídolo sin talento, que se atribuye a todos aquellos actores que han participado en películas del tipo Twilight. Harry Potter, El Señor de los Anillos, y un largo etcétera del que solo se salvan muy pocos. Pattinson se ha bajado de la estela crepuscular en mas de una ocasión sin que se reconociera un talento que demostró (y de sobra) en Sin Límites, estrenada en España en poquísimas salas, y que yo sepa, aun pendiente de ser editada en DVD. Los críticos le han dicho de todo, soso sin sangre, belleza sin gracia, y un largo etcetera de peros a todos los papeles que haga, pero eso ya lo sabiamos: es el sindrome del ídolo juvenil.
En Agua para Elefantes, Rob le ha cerrado la boca a unos cuantos, y tengo fe en que tal vez dentro de unos años, la gente se pregunte quien es Edward Cullen, y se le responda, si, un chico que hizo una película sobre un circo, sin mencionar al vampiro luminiscente.
Con su ultimo papel se ha comentado mucho acerca de su potencial interpretativo sin necesidad de lenguaje, así como su parecido con estrellas del cine clásico en sus maneras interpretativas. Yo no vengo aquí a repetir críticas, que las hay (os recomiendo esta recopilación de nuestra amiga Vanee, de RpatzzSpain, aquí y aquí), sino para dar mi propia impresión sobre su papel en Afua para Elefantes.
Pattinson simplemente, se sale de la pantalla. No porqué haga un papelón (sigo pensando que su mejor papel hasta ahora es el de Salvador Dalí en Sin Límites), sino porqué se sale de la pantalla con su presencia. No es que le sobrevalore, no lo digo porqué me parezca guapisimo, ni porqué simplemente le adore, sino porqué tiene "ángel", carisma, y un aura que se sale de la pantalla en cuanto despliega su sonrisa. Se dice mucho que Rob es un actor ocular, algo así como interpretar con los ojos. Su mirada expresa, y dice más que cualquier guión. Se le ha comparado con Buster Keaton, y dicen que recuerda a los actores del cine mudo. Habla con los ojos, con su expresión, con lo que derrocha su mirada, amor, dolor, tristeza, felicidad. Rob todavía necesita un gran papel, un drama que precise de todo su potencial como actor. Es dulce y natural, y en este papel da justo lo que necesita. Como lectora del libro, afirmo que vi al Jacob Jancownski de Sara Gruen, su inocencia, su ingenuidad, su ternura, todo convergía en él, dentro de ese traje que tanto le ha comparado con los galanes del cine de los 40, 50 y 60, metiéndonos de lleno en la época que representaba. Hoy por hoy solo le veo una pega, y es que a veces exagera un poco sus gestos faciales en escenas de violencia, pero el resto, aprobado alto.
Creo que Cronenbergh siempre sabe elegir al cartel de sus películas... con lo cual el sabrá porqué ha elegido a Pattinson para su proxima película, Cosmópolis.
Por otra parte, Reese está estupenda. Marlena no me cautivó en el libro, pero si en la pantalla. Reese parece exactamente lo que interpreta: una artista de circo. Me encantó en la escena en la que improvisa, y en la que sacrificana SilverStar.
Y respecto al malo malísimo debo decir que cumple su objetivo de hacerse francamente odioso. Debo admitir que le odié. Su papel histriónico podía resultar sobreactuado, pero Waltz se desenvolvió a la perfección. Brillante.
Por lo demás, Agua para Elefantes me pareció una película enternecedora y emotiva, una historia de amor floja, pero un marco alucinante de la vida del circo.Preciosos los números circenses, y la ambientación con esa magia ficticia deslumbrante. Agua para Elefantes que no es perfecta, ni es una gran película, pero que si es inolvidable y deslumbrantemente bella.
Solo me queda decir que no os la perdais.
AGUA PARA ELEFANTES
Calificación: *** (7 y medio)
Lo mejor: Rosie y la ambientación circense.
Lo Peor: Una historia de amor floja y sosa.
Las mejores escenas: El montaje de la carpa del circo. Jacob y August sobre el tren. Rosie es maltratada por August.
La escena más emotiva: August ataca a Rosie.
La escena más divertida: Jacob es atacado por un león (sin dientes) / Jacob disfrazado de payaso.
Una frase: El eslogan: La vida es el show más espectacular en la tierra.
Un momento: Jacob encuentra el vagón vacío al volver.
Un personaje: Jacob y Tai.
Lo que le sobra: Algunos minutos entre Jacob y Marlena se hacen un poco pesados.
Lo que le falta: Mas pasión, más amor, mas romanticismo. El tío Al. La vida de Jacob en la residencia.
Para amantes de los animales a los que se les quitarán las ganas de ir al circo para siempre.
By Elijahna